La historia de este libro es la historia del homenaje a Federico Sopeña del que estas páginas que siguen son el testimonio que unos setenta amigos suyos han escrito en su memoria. Como es sabido, Federico murió en mayo de 1991, a los setenta y cuatro años, y desde entonces algunos de su más íntimos amigos buscaron dedicarle un homenaje para que el recuerdo de su persona y su obra se salvaran de ese terrible fantasma que es el olvido.