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PACK ALLAN QUATERMAIN. 2 LIBROS

HENRY RIDER HAGGARD / ABRAXAS

Ref.: 83-102

Los dos primeros libros de aventuras del cazador Allan Quatermain, uno de los personajes literarios en los que se inspira Indiana Jones.

Precio edición: 19.81€

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Descripción

Quatermain sigue fascinando a los lectores de hoy en día, y ello se debe en gran parte a que Haggard supo conjugar en su obra el sabor clásico de los grandes relatos de aventura con una descripción muy detallada y real de los paisajes y personajes con que se encuentran los protagonistas. Además, el autor dibujo a Quatermain no como el prototipo de héroe, sino como un hombre adulto, con cojera y no excepcionalmente valiente, acercándolo así a todo tipo de lector. Aunque su obra no se libera del todo de los preceptos victorianos, el relato transmite una admiración por las culturas africanas y a pesar del éxito de la empresa de los protagonistas, un tono de derrota y melancolía al asistir al fin de una gran civilización.

Contiene:

- Las minas del rey Salomón: La más conocida de las casi ochenta obras que escribió el autor británico Rider haggard es también la primera novela de ficción de aventura situada en África en lengua inglesa. La historia es sencilla: se inicia cuando dos nobles británicos sir Henry Curtis y el capitán John Good, viajan a África en busca del hermano perdido mientras pretendía encontrar las fabulosas minas de diamantes del rey Salomón. Para ello contratan a Allan Quatermann, un cazador blanco, que pone voz a relato en primera persona y al propio autor. Las minas del rey Salomón

- Allan Quatermain: Nadie ignora que los únicos paraísos son los perdidos. Haggard creyó haber encontrado alguno, escondido en los piegues de su memoria. En Las minas del rey Salomón Ignosi defendió el de Kukuanalandia con la firme decisión de no dejar pasar jamás al hombre blanco, siempre acompañado de pistolas, ginebra y predicadores. En Allan Quatermain, el de Zu-Vendis queda protegido por la propia naturaleza, que como una perla lo había tenido oculto durante siglos. Haggard opinaba que las buenas novelas se escriben de una sentada, y aquí lo corroboró con su habitual intensidad. No sorprende que Kipling lo considerase «el hombre con una imaginación más convincente.