"En el Día del Juicio Final, la justicia será ver cómo los ángeles enseñan a jugar al críquet al buen Yorick, deslenguado saltimbanqui, con la calavera de su viejo amigo Hamlet"
Con El Principio Antrópico, su autor perpetra un ciclo narrativo que exprime todas las posibilidades de lo breve y lo fantástico con la misma mala leche que una novatada en las películas de psicópatas de los ochenta. Dinosaurios ejecutivos, el nihilismo light de los insectos de Nevada, la pornografía como panacea de la economía de mercado, la aterradora cábala de los sudokus, ángeles atómicos, el noble arte de la especulación científica o el evangelio de lo zombi...