Hay leyendas que nos hacen soñar; otras, con su ingenuidad, nos hacen sonreír; las hay que nos hablan de un pasado caballeresco, de un tiempo ya ido, en el que honor, amor, luchas... formaban todo un universo y las hay que, plenas de inocencia y de fe, nos presentan los milagros religiosos en los que es tan pródigo nuestro país.