¿Has visto alguna vez a un dragón con chistera? No, ¿verdad? Pues hay un motivo, de hecho, hay más de uno. Mira al dragón de nuestro cuento: quería ponerse una chistera, pero descubrió que no era buena idea... ¿Quieres tú también saber la razón? ¡Entra y lee su historia!